Un verso, seis pasos por la senda
del lenguaje. En junio, fue en junio,
a imitación de Cernuda, el maestro
admirado.
No sé cuándo lo escribió Gil de Biedma
y aunque lo supiera, me sabría igual.
Bien conozco las calles soñolientas
de junio.
Cuando el verano tarda en llegar y ya se va
irremediable la juventud. Me faltan quienes
no conseguí conocer: Montserrat, Gabriel,
Rosa y tú, Jaime,
tan distinto y tan hermano. Son horas valiosas,
las que comparto con los estudiantes en torno a
tus versos exigentes y tan cercanos. Un poco de
carne y de amor.