dimanche 4 octobre 2020

Fueron

Fueron unos días aciagos,
de llanto y desesperanza,
la Mercedes había salido
para la gran ciudad

y, en casa, desolada, postrada,
su madre no paraba de mirar
el lóbrego reloj de la sala
como si éste supiera descifrar

el dilatado mapa de Barcelona.
Fueron muchos días aciagos,
la Mercedes había salido
y no mandó ninguna carta.