mardi 11 janvier 2022

Corazón violeta

Barriendo el pasillo,
di con una lentejuela
diminuta, brillante:

era un corazón violeta,
caído del peinado rubio
de mi hija o del abeto.

Dejé de barrer y me senté,
recordando horas felices, o
inventándomelas. ¿Qué más da?

Se me cayó de las manos
o lo descuidé. Lo cierto 
es que me lo perdí.

Para imaginármelo luego o,
cual un guiño embustero,
para ofrecértelo mejor.