a Claudia
"Tras el cristal, el niño mira
llover". Cernuda en el meollo
de tu tierra, recordando el país
lejano.
Tras el océano, te miro y te invento,
océano de lágrimas saladas, de placer
secreto, oculto entre los pliegues de las
sábanas del desfase.
Me despiertas en medio del sueño, perdiendo
la brújula del desfase. Escritura automática
tras el océano, espejo de ensueños, dulces y
por inventar.
¿Qué fue de tu domingo? Te paseaste por los
pasillos de las exposiciones que me vas enseñando,
supongo. Ahora estás durmiendo y te sonrío, en silencio.
¡No fuera que te despertara!